La definición y la imagen de las mujeres como seres esencialmente sexuales han aumentado desde el siglo XX en un proceso denominado erotitzación de la dominación.
Mediante este proceso, el patriarcado ha construido sexualidades masculinas y femeninas de forma que se supone que tanto los hombres como las mujeres se emocionan con imágenes y experiencias de dominación masculina sobre las mujeres.
Por lo tanto, el abuso tiene un papel centra