En nuestras sociedades vemos como el poder, los bienes, los privilegios están reservados a unos cuantos, a aquellos que exigen y mantienen esta posición de liderazgo. Y esta posición solo puede sobrevivir si oprime las que están por debajo.
Estas posiciones las ocupan las mujeres (claro, lo femenino) y los hombres que no se adaptan a la forma de hombre que definen y defienden estas sociedades.